Desde la Subsecretaría de Derechos
Sociales y Agenda 2030, se han convocado subvenciones destinadas a entidades de
protección animal en 2022, de acuerdo al artículo 11 de la Resolución de 16 de
agosto de 2022, a la asociación Progat vila-seca se le ha concedido dicha
subvención, como entidad de protección animal agradecemos a la Dirección
General de Derechos de los Animales esta aportación para poder sufragar parte
de los gastos y poder seguir ayudando a los gatos callejeros y gatos
abandonados.
Ya que en el año 2022 Progat vila-seca ha
tenido más de 13.000€ de gastos en veterinarios, tanto de esterilizaciones como
intervenciones quirúrgicas, medicamentos y material para actividades de
asistencias a los gatos, como jaulas trampas, transportines y jaulones para
postoperatorios, para la asistencia al año de una media de más de 100 animales.
Además de la manutención de más de
cincuenta colonias de gatos y los que están acogidos, cuyos gastos son
sufragados del bolsillo de las propias voluntarias asistiendo las colonias de
gatos y atendiendo a los gatos acogidos en sus propias casas, incluido gastos
de transporte realizados en capturas y traslados al veterinario, lo que supone
el pago de una cantidad de más de 9.000€ al año solamente en comida, entre las
pocas voluntarias que realizan una labor de tanto trabajo y que son personas
particulares que atienden sus casas, sus familias y sus trabajos, empleando
parte de su tiempo su esfuerzo y sus fuerzas, para ayudar a los animales sin
recibir ningún beneficio monetario, recibiendo solo el cariño de los animales
agradecidos a sus cuidadoras.
La Asociación Progat vila-seca,
creada en 2008, sin refugio, entidad sin ánimo de lucro, ayuda a los gatos
callejeros en el control de colonias, mediante el método C.E.R. ( Capturar.
Esterilizar. Retornar ) de igual forma se han asistido heridos y enfermos,
rescatando de la calle mansos desvalidos, que se les ha encontrado un hogar en
adopción. La gestión de colonias de gatos libres en nuestra ciudad se realiza
para mejorar su calidad de vida y la de las personas que conviven en la
comunidad, porque forman parte de nuestro patrimonio, de nuestros pueblos y
ciudades y merecen todo el respeto, tienen derecho a vivir en paz, sin malos
tratos y otras crueldades injustificadas.